Los New England Patriots se darán a la tarea de defender el título de la NFL este domingo cuando hagan frente a los Philadelphia Eagles en una nueva edición del Super Bowl. El encuentro, aguardado por millones de personas en los Estados Unidos y en todo el mundo, es el evento deportivo más visto de Norteamérica y uno de los que más apuestas genera.
De acuerdo con un cálculo de la Asociación Estadounidense de Juegos de Azar (AGA, por sus siglas en inglés), son 4.800 millones de dólares los que se moverán en torno a las apuestas, sin embargo, solo el 3% serán realizadas legalmente, según estima la asociación de defensa de los intereses de la industria de los casinos, y cita a la agencia Bloomberg.
Como era de esperarse, los favoritos son los Patriots, dirigidos por el mariscal de campo Tom Brady (40 años), ganador de cinco títulos de la Super Bowl. En Las Vegas, los últimos campeones son favoritos por 5,5 y hasta 6 puntos por encima de los Eagles, a pesar de que ambos equipos cayeron solo tres veces en la temporada regular y ganaron 13 partidos. Además, el dato significativo es que en 33 de las 51 ediciones se impuso el favorito.
Además de arriesgar al ganador, también se puede vaticinar sobre la cantidad de publicaciones en Twitter que hará el presidente Donald Trump durante el juego. La simpatía del mandatario por los Patriots es más que conocida, sobre todo por su amistad con Tom Brady, y por eso se esperan sus comentarios, que en los sitios indican que serán entre tres y cuatro.
Por otra parte, también se puede apostar si la cantante Pink tardará más o menos de dos minutos en entonar el himno estadounidense antes de la patada inicial. Incluso se puede arriesgar qué color de cabello tendrá, aunque rojo y rosa son los que menos pagan.
Otro de los vaticinios ligados con el espectáculo están vinculados con el show del medio tiempo, que protagonizará Justin Timberlake. En caso de que el artista ingrese al campo en un paracaídas, se paga 50 dólares por cada dólar invertido.
También es posible apostar sobre de qué lado caerá la moneda que decidirá el saque e, incluso, si el que gane el la patada inicial ganará el partido. Todo es posible en el Super Bowl LII.